Un resbalón, una mano desafortunada, una falta que no tenía por
qué ser gol y un balón al larguero en el último minuto
impidieron obtener algún resultado positivo de nuestra vista a
las Islas. Hay partidos en los que la fortuna no acompaña y este
es uno de ellos.
Teníamos el partido controlado. No había grandes ocasiones ni en
una portería ni en la otra pero una desafortunada jugada nos
dejó con Doblas expulsado y un gol de falta que nos minó la
moral. Fue imposible reponerse pero aun así Braulio tuvo el
empate en sus botas en una espectacular jugada individual que
terminó con el balón estrellado en el larguero mallorquín.