El Real Zaragoza ha logrado tres puntos
de oro luchados de principio a fin y totalmente merecidos.
Sinama, enchufadísimo toda la noche logró el primer tanto
que levantaba los ánimos de la Romareda. El Real Zaragoza
trenzaba buenas jugadas y se alimentaba así la esperanza en
la victoria.
Pero llegó la desgracia que nos persigue
casi todos los partidos, el colegiado fue protagonista
involuntario cortando un balón y permitiendo a la delantera
donostiarra anotar el empate.
El Real Zaragoza lo pasó mal con el
mazazo pero no se derrumbó y persiguió el gol durante todo
el partido. Al final tuvo que ser Braulio que acababa de
entrar al terreno de juego el que pusiera justicia en el
marcador y anotara el agónico gol de la victoria en el
minuto cuarenta y cuatro.