Impotentes en la
grada y en el césped. Derrochamos voluntad, pero el buen juego
no apareció en ningún momento por la Romareda y el Osasuna sin
hacer nada especial logró adelantarse en el marcador.
El Real Zaragoza lo
intentó, lanzamos un balón al palo, pero no pudo ser. Hoy no
salía nada.
Se nos ha escapado
uno de los partidos que deberíamos haber ganado. La próxima
visita a Mallorca no parece nada fácil, pero tenemos que
traernos algo positivo para olvidar cuanto antes el doloroso
partido ante Osasuna
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9/11/09