No hay palabras para describir lo
sucedido en la Romareda este sábado. La lucha, el esfuerzo hasta el último
momento por lograr el objetivo.
El Real Zaragoza y la afición hicieron todo
para lograr la victoria, abarrotar el campo, animar sin cesar, dejarse la
piel en el campo... y las ocasiones se sucedieron sin cesar. La avalancha
sobre la portería deportivista fue de un disparo cada cuatro minutos. Pero
el balón no quería entrar. Solo al final cuando ya nos temíamos el empate,
cuando solo quedaba un suspiro Sergio García le dejo a Ayala un balón que
solo tuvo que empujar... y los zaragocistas rompimos a llorar.
La salvación es posible!!. Quedan tres
finales !! No podemos fallar !!
(3/5/08)